A menudo se exageran los beneficios de los tratamientos y se ignoran los daños potenciales. Sin embargo, pocos tratamientos efectivos son 100% seguros.
A menudo las personas no piensan en los efectos perjudiciales que pueden tener los tratamientos. Por ejemplo, muchas veces no piensan sobre los efectos perjudiciales de los medicamentos, pero la mayoría de medicamentos tienen efectos secundarios (efectos no deseados que son perjudiciales o desagradables).
A veces las personas no piensan en los efectos perjudiciales de los tratamientos porque están enfermas. Esperan que el tratamiento les ayude y no se paran a pensar que pueda ser perjudicial.
ATENCIÓN cuando alguien diga que un tratamiento es “100% seguro” o no diga nada sobre su seguridad, o simplemente tú esperas que funcione.
RECUERDA: Un tratamiento puede ser perjudicial.