Ten precaución cuando se describan los efectos de los tratamientos como efectos relativos.
Los efectos relativos (proporciones) por sí solos no aportan suficiente información para evaluar la importancia de la diferencia entre los dos grupos. También pueden dar la impresión de que una diferencia es más importante de lo que realmente es.
Por ejemplo, si un tratamiento reduce a la mitad la probabilidad de contraer una enfermedad y el riesgo basal de una persona de contraer la enfermedad es de 2 entre 100, puede ser útil recibir el tratamiento aunque tenga efectos secundarios perjudiciales. Sin embargo, si el riesgo de contraer la enfermedad es de 2 entre 10.000, entonces puede que no sea útil recibir el tratamiento, aunque el efecto relativo sea el mismo. Es probable que el efecto absoluto de un tratamiento (la diferencia) varíe según el riesgo basal de las personas.
RECUERDA: No te dejes engañar por los efectos relativos. Considera siempre los efectos absolutos de los tratamientos.
Relative measures of effects can be misleading (Las medidas relativas de los efectos pueden ser engañosas). Blog en inglés de Students 4 Best Evidence.
https://www.students4bestevidence.net/blog/2018/02/16/relative-measures-effects-can-misleading/