ATENCIÓN a las afirmaciones basadas en fundamentos inadecuados
Muchas afirmaciones sobre los efectos de los tratamientos no son fiables. A menudo esto se debe a que el fundamento (la base) de la afirmación no es fiable. Deberías tener precaución cuando escuches afirmaciones que:
• Son demasiado buenas para ser verdad
• Están basadas en una falacia lógica
• Están basadas solamente en la confianza
A menudo se exageran los beneficios de los tratamientos y se ignoran los daños potenciales. Sin embargo, pocos tratamientos efectivos son 100% seguros.
La mayoría de las afirmaciones que aseguran que con el tratamiento mejorarás al 100% o que funciona para todo el mundo no son correctas.
Es poco frecuente, si es que es posible, estar 100% seguros sobre los efectos de los tratamientos.
A menudo las personas que están enfermas mejoran sin ningún tratamiento. A veces el tratamiento no es necesario e incluso puede empeorar el problema.
A menudo los tratamientos que funcionan en la teoría, no funcionan en la práctica.
Simplemente porque la utilización de un tratamiento se asocie con que las personas mejoran o empeoran, no significa que el tratamiento les haya hecho mejorar o empeorar.
Una mayor cantidad de datos no equivale necesariamente a una mayor calidad de los mismos, independientemente de la fuente.
A menos que un tratamiento se compare con otra cosa, no es posible saber qué pasaría sin él. Sin una comparación, es difícil saber si un tratamiento es la razón por la cual ha pasado algo.
Solo porque una comparación entre tratamientos (un estudio) haya demostrado que las personas que recibieron un tratamiento mejoran o empeoran en comparación con aquellas que recibieron otra cosa, no significa que ésta sea la respuesta definitiva.
Simplemente porque un tratamiento se haya utilizado durante mucho tiempo y por muchas personas, no significa que ayude o que sea seguro.
Simplemente porque un tratamiento sea nuevo, caro o de marca no significa que sea mejor o más seguro que otros.
A menudo, recibir una mayor cantidad de un tratamiento aumenta los daños sin aumentar los efectos beneficiosos.
Es poco frecuente saber con anticipación quién se beneficiará con un tratamiento, quién no, y quién resultará perjudicado.
Una persona con interés en que se utilice un tratamiento (por ejemplo ganar dinero) puede exagerar los beneficios e ignorar los posibles efectos perjudiciales.
Si una persona mejora después de recibir un tratamiento no significa necesariamente que el tratamiento haya producido esa mejoría.
Simplemente porque un experto o una autoridad haga una afirmación sobre un tratamiento, no se puede estar seguro de que la afirmación sea fiable.
Puede ser que los estudios “revisados por pares” y publicados no sean comparaciones realizadas de manera justa.
REFLEXIONA – y comprueba la evidencia de las comparaciones entre tratamientos
La evidencia que resulta de comparaciones entre tratamientos puede ser engañosa. Debes reflexionar cuidadosamente sobre la evidencia que se utiliza para fundamentar las afirmaciones sobre los efectos de los tratamientos. Ten precaución con:
• Los tratamientos comparados de manera injusta
• Los resúmenes poco exhaustivos de las comparaciones
• Cómo se describen los efectos de los tratamientos
Ten precaución con las comparaciones entre tratamientos donde los grupos comparados no son similares entre sí.
Ten precaución con las comparaciones entre tratamientos en estudios que son diferentes.
Ten precaución con las comparaciones en las que los grupos comparados fueron tratados de manera diferente.
Ten precaución con las comparaciones entre tratamientos donde las personas sabían qué tratamiento recibían, y saberlo podría haber modificado su experiencia o su comportamiento.
Ten precaución con las comparaciones entre tratamientos donde los acontecimientos se midieron de forma diferente en los grupos comparados.
Ten precaución con las comparaciones entre tratamientos donde los acontecimientos no se midieron en muchas personas.
Ten precaución con los desenlaces que no fueron evaluados de un modo fiable en las comparaciones entre tratamientos.
Look out for treatment comparisons where people’s outcomes were not counted in the group to which they were assigned.
Ten precaución con los resúmenes de los estudios que comparan tratamientos que no se realizan de forma sistemática.
Ten precaución con los resultados de comparaciones realizadas de manera justa no publicados.
Ten precaución con las comparaciones entre tratamientos que son sensibles a las suposiciones que se realizan.
Ten precaución cuando se describan los efectos de los tratamientos solo con palabras.
Ten precaución cuando se describan los efectos de los tratamientos como efectos relativos.
Ten precaución cuando se describan los efectos de los tratamientos en términos de promedios o medias.
Ten precaución cuando los efectos de los tratamientos estén basados en estudios pequeños con pocos participantes.
Ten precaución cuando se describan los resultados de un grupo de personas seleccionado de un estudio o una revisión sistemática.
Ten precaución cuando los resultados se presenten utilizando valores de p en vez de intervalos de confianza.
Ten precaución cuando se describan los resultados como “estadísticamente significativos” o “estadísticamente no significativos”.
Ten precaución cuando se describa la “ausencia de evidencia” como que “no hay diferencia” en la evidencia.
SÉ PRUDENTE – y toma buenas decisiones
Las buenas decisiones sobre los tratamientos dependen de reflexionar sobre qué hacer. Reflexiona sobre:
• Cuál es tu problema y cuáles son tus opciones
• Si la evidencia es relevante para tu problema y tus opciones
• Si las ventajas superan a las desventajas
Pregúntate siempre si los desenlaces del tratamiento que son importantes para ti se han evaluado en comparaciones realizadas de manera justa.
Pregúntate siempre si las comparaciones entre tratamientos han incluido solamente personas (o animales) que son muy diferentes a ti.
Pregúntate siempre si los tratamientos comparados de manera justa son relevantes.
Pregúntese siempre si los tratamientos han sido comparados de manera justa en circunstancias relevantes.
Pregúntate siempre si las posibles ventajas de un tratamiento superan las desventajas del mismo.
Pregúntate siempre qué tan seguro/a estás de que las posibles ventajas del tratamiento superen a las posibles desventajas.